lunes, 15 de diciembre de 2014

Nuevas gafas para ver bien, hasta de lejos...



    Tras cualquier actividad formativa, la primera reflexión que suelo hacerme es ¿he aprendido algo? ¿me ha resultado útil? En este caso y, tras dos intensísimos meses de curso, no puedo sino valorar positivamente el cambio en mi punto de vista sobre los chicos con tdah. Ya no les veré como esos niños "inquietos", "difíciles", "conflictivos" y todo tipo de etiquetas que, a priori suelen acompañarlos, como si su comportamiento fuera premeditado, sino más bien como un niño miope el cual, por mucho que insistamos en que vea la pizarra desde la última fila, sencillamente no puede. Este curso me ha permitido adoptar una nueva perspectiva dotándome de herramientas para ponerles "gafas" y que vean correctamente la pizarra, incluso de lejos.

    Es evidente que la enseñanza es una de las profesiones más vocacionales que existen pero si algo me ha enseñado la experiencia es que el "voluntarismo" y las ganas de hacer bien las cosas no suelen ser suficientes para afrontar y resolver con posibilidades de éxito problemas complejos si, a la vez no se nos dota de las herramientas y estrategias adecuadas para el desempeño de nuestra función. En mi caso, he tenido la suerte de poder poner en práctica todas estas "armas" en caso reales (no académicos) con unos resultados que me han sorprendido, no sólo a mí misma, sino a mis compañeros que llevaban años tratando con este tipo de niños sin éxito. El hecho de poder integrar a chavales tdah y que ellos mismos se empiecen a ver como uno más ha sido la mejor recompensa a mis esfuerzos.


    La premura en la entrega de actividades y el tener que aprender a manejar nuevas herramientas informáticas ha sido siempre un desafío, teniendo por momentos la sensación de estar invirtiendo más tiempo del debido en esas herramientas en lugar de aprender más sobre los niños tdah, sin que esto quiera decir que no valore positivamente la utilidad de dichas herramientas en mi práctica cotidiana.

    No quisiera terminar sin reiterar que, más allá del aprendizaje de estrategias para afrontar con éxito la problemática relativa a los niños con tdah, el valor añadido de este curso  de cara a mi  futuro tanto profesional como personal es el cambio fundamental de paradigma en mis esquemas mentales respecto al enfoque hacia estos niños, lo que sin duda siempre debe ser el paso previo para poder aplicar las mencionadas herramientas y estrategias con éxito. Sin ese nuevo enfoque no creo que tuviera mucho sentido el aplicarlas.

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